Otro caso mas en el que se demuestra que la privatización de la sanidad, es mas costoso que mantenerla pública
Artículo extraido de El informativo Canarias Semanal
E.B.- Durante
los últimos quince años Suecia ha estado gobernada por una coalición
consistente en políticos liberales y conservadores. Como resultado, y
entre otras cosas, parte de su sistema sanitario ha caído en manos
privadas. Oficialmente no hay vuelta atrás, pero desde hace meses los
responsables de la Hacienda pública están intentando aplicar una subida a
los impuestos que por norma abona la industria, en un movimiento que
parece destinado a compensar la facilidad con la que se otorgaron en su
día hospitales y centros de salud.
El método que han decidido
utilizar las autoridades suecas para lograr una mayor recaudación ha
sido abrir investigaciones en torno a los fondos de inversión que poseen
los grupos de gestión sanitaria privados, siempre con la intención de
detectar posibles prácticas puestas en marcha en el pasado para evadir
parte de la carga fiscal correspondiente. Estas investigaciones
comenzaron a tener lugar en el 2007, y ahora están empezando a recoger
algunos frutos.
El argumento principal que sostienen las
autoridades es que los fondos de inversión privados que gestionan la
sanidad privada en el país se lucran gracias a una industria que en
realidad montó en su día el Estado para luego, bien asesorados, eludir
una parte de las contribuciones que tendrían que presentar ante el
fisco. Desde Capio, uno de los principales grupos gestores de sanidad
privada de Europa -de origen sueco-, dicen que no es verdad que no se
paguen impuestos.
Sin embargo, el argumento de los responsables de
la Hacienda sueca no es que no paguen impuestos, tal y como afirman
algunos eslóganes de tinte más bien populista. El argumento es que se
pagan pocos para lo bien que marcha el negocio. Al parecer, y según
informaba <em>Reuters</em> en un artículo publicado en
noviembre, los gestores como Capio estarían abonando, en Suecia, un 30%
de sus ganancias. El objetivo es que paguen lo máximo que permite la
normativa en estos casos: un 55% de sus ingresos.
Ya se han dado
los primeros resultados. Alegando que hubo incorrecciones cuando se
presentaron los libros de cuentas reflejando las ganancias reportadas
por algunas operaciones, el fondo de inversión Nordic Capital, uno de
los dueños de Capio, habría sido condenado a pagar una multa superior a
los 77 millones de euros. El de Nordic Capital no es el único caso
parecido.
De todos modos, y tal y como ilustra un reportaje
publicado recientemente por el periódico británico <em>The
Guardian</em>, lo cierto es que la Sanidad en Suecia no ha
empeorado por culpa de haber sido privatizada. Buena parte de la
población está en contra de haber tomado este camino por principios
ideológicos (de los últimos 80 años, Suecia ha contado con líderes
socialistas durante 65 años), aunque reconoce que los hospitales
gestionados por manos privadas funcionan igual que los estatales y,
últimamente, incluso mejor.
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