Antonio Moreno, ingeniero industrial jubilado, no atentó contra el derecho al honor de Endesa cuando
calificó a la compañía de “corsarios” e ilustró su artículo con una
viñeta en la que aparecía el edificio de la multinacional energética
coronado por una bandera corsaria. Así lo ha decidido el juzgado de primera instancia nº 86 de Madrid, que ha considerado que debe prevalecer
el derecho a las libertades de expresión e información
del demandado [Antonio Moreno] sobre el derecho al honor de la Entidad
demandante [Endesa] y, por tanto, ha absuelto al ingeniero industrial.
“Cuando
mi abogado me pasó la sentencia se me humedecieron los ojos. Ha sido la
primera vez en 18 años que la Administración de Justicia se comporta
conmigo de forma objetiva e independiente.
Mi pensión es de 980 euros brutos mensuales. La multa que pedía Endesa suponía mis ingresos de casi 5 años. Una salvajada”, asegura a
Público Antonio Moreno, quien afirma que hubiese preferido pagar los 60.500 euros a que le cerraran el portal web
www.estafalaluz.com, como reclamaba Endesa.
Para Antonio, el principal objetivo de Endesa con su denuncia era
cerrar el citado portal, ya que gracias a él los afectados pueden informarse de las irregularidades de las que son víctimas y obtener impresos los correspondientes escritos personalizados de reclamación.
La multa que pedía Endesa suponía casi cinco años de su pensión
“El
motivo real por el que Endesa demanda el cierre de mi página web es
impedir que los clientes de las compañías eléctricas se informen de las
ilegalidades que detecto en el recibo de la luz y reclamen a través de
la aplicación informática. No hay que olvidar que cada reclamación que
la compañía no responda motivadamente en un plazo máximo de cinco días
hábiles da
derecho a los reclamantes a recibir una indemnización de 30,05 euros”, asegura.
Una batalla de 18 años
La
lucha de Antonio Moreno contra las compañías eléctricas comenzó hace 18
años cuando, afirma, fue despedido de la filial española del primer
fabricante mundial de contadores de la luz, Landis & Gyr, en
represalia por negarse a participar “en el grupo clandestino Contact,
integrado por uno o dos directivos de cada empresa, con el fin de
repartirse consensuadamente el mercado y aplicar precios muy superiores a los que resultarían de la libre competencia”.
“Vengo
de una familia humilde. Mis padres hicieron un sacrificio brutal para
que yo pudiera estudiar. No voy a permitir que su sacrificio quede en
vano con una denuncia falsa.
Mi buen nombre está unido al sacrificio de mis padres”,
asegura Antonio, que desde entonces se ha dedicado en cuerpo y alma a
ayudar a los usuarios a defenderse de los, a su juicio, fraudes de las
compañías eléctricas.
Según sus cálculos, sólo en una de las veintiuna ilegalidades que lleva detectadas en la factura de la luz, las empresas han cobrado
más de 10.000 millones de euros a los clientes de manera fraudulenta.
De hecho, dos sus reclamaciones han permitido a los usuarios ahorrar
alrededor de 500 millones, ya que, debido a ellas, el Gobierno
socialista de José Luis Rodríguez Zapatero redujo el precio de alquiler
de los contadores en un 10% y prohibió el cobro de derechos de enganche
por la sustitución del contador electromecánico por el electrónico.
Un error del 488%
Gracias
a su portal web y a las decenas de consultas de particulares que recibe
cada día, Antonio Moreno asegura haber destapado una nueva
irregularidad de Endesa, que se suma a otras tantas, que
este diario publicó el pasado mes de agosto.
Antonio denuncia que los nuevo contadores electrónicos no han sido verificados
Si
el pasado verano Antonio denunció que Endesa estaba infringiendo la ley
al acometer la sustitución de los viejos contadores electromecánicos
por los nuevos electrónicos sin avisar previamente a los abonados y la
Junta de Andalucía le dio la razón e instó a Endesa a comunicar
“fehacientemente” al reclamante la fecha y la hora del cambio, ahora
asegura que estos nuevos contadores que Endesa está instalando
no han sido sometidos a los controles previos necesarios para garantizar su correcto funcionamiento.
Para
hacer esta aseveración, Antonio Moreno se basa en los mensajes que
recibe de usuarios que aseguran que su factura se ha disparado tras la
instalación del contador electrónico. El caso más escandaloso es, por
ahora, el de una vecina de Cádiz.
“La señora estaba pagando entre 40 y 60 euros mensuales de luz. De pronto, le llegó
una factura de 2.206 euros
tras la instalación del contador electrónico. La señora, cuyo marido
está en paro, habló con Endesa para hacerle ver que había un error.
Endesa, no obstante, le cortó la luz”, afirma Antonio.
Es en este
momento cuando Antonio interviene en el conflicto y contacta con la
empresa pública VEIASA (Verificaciones Industriales de Andalucía, S.A.,
dedicada al control metrológico de equipos de medida) para su
verificación.
El examen constató que el error del contador es del +488,39%,
lo cual implica que por cada kWh consumido por el usuario, el contador
marca casi 6 kWh (según las especificaciones técnicas, el contador de
Endesa tiene un error comprendido entre -1% y +1%)
Basándose en
el informe de VEIASA, la Junta de Andalucía emitió el pasado 6 de
noviembre una Resolución en la que impone a Endesa el pago de los gastos
de la verificación y comunica a dicha compañía que “en la primera
facturación siguiente a la notificación de la Resolución deberá devolver
las cantidades indebidamente facturadas, incrementadas en el interés
legal vigente en el momento de la refacturación”.
Según Antonio Moreno, el que un contador electrónico recién instalado tenga un error del 488% demuestra que
dichos contadores salen de fábrica sin haber sido verificados,
es decir, sin garantía de exactitud en la medida, algo que no sucedía
con los antiguos contadores, los cuales, tras salir de la cadena de
montaje, eran regulados uno a uno para garantizar que su error estaba
comprendido entre -2% y +2%.
Más allá del error en el contador,
Antonio critica también la actitud de la compañía cuando decidió cortar
la luz de la vecina ya que, en su opinión, un "simple vistazo" en la
factura permitía descubrir que había errores en el cálculo.
"Se
da la circunstancia de que el consumo facturado por Endesa (13.739 kWh)
es imposible. El motivo es obvio, ya que el contador electrónico tiene
integrado el ICP (que no permite conectar una potencia superior a la
contratada) y si se multiplica la potencia contratada (4,4 kW) por el
número de horas del período entre lecturas reales (113 días x 24
horas/día= 2.712 horas), el consumo es 11.933 kWh, inferior en casi
2.000 kWh al consumo facturado por Endesa. A pesar de ser un error tan
fácilmente detectable, Endesa no atendió la reclamación del usuario y
cortó la luz", concluye Antonio.